lunes, 29 de octubre de 2007

Reencarnación




Entonces el niño tocó tu rostro
recorrió cada gesto,
cada imperceptible arruga,
cada rictus, cada sonrisa,
reconociéndote madre,
reconociéndote vida,
sabiendo que a tu lado estaba a salvo,
renaciendo después de nueve lunas
y otros tantos deseos enlazados,
de dar vida,
recuperando muerte.

Entonces el niño,
sin saberlo,
supo que había llegado a la tierra prometida,
la que él y otros igual que él anhelaron,
después de esta vida,
antes de esta vida,
y durmió tranquilo entre tus brazos.

Y el niño bebíó tu leche,
y no temió,
supo que era el alimento deseado,
maná del cielo,
alimento de amor,
te adoró madre...
y adoró la vida.

Entonces el niño de pronto era abuelo,
y recordó tus pechos y su frescura,
y fuiste madre nuevamente,
y él fue niño,
recuperando ciclos,
reviviendo....
confiado de tí, seguro en tí,
aprendió a vivir, a pesar de todo,
en tu seno de madre eterna,
de nuevo.

María Magdalena Gabetta
Pintura: "Resurrección" de la Serie "Mandalas" del pintor Argentino, Martín La Spina

lunes, 15 de octubre de 2007

Azul Intenso






"Azul intenso,
verde esmeralda
el mar fluctúa ante mis ojos
mi alma canta."

Ya no son tus pisadas y las mías
dejando juntas sus huellas
en las bruñidas arenas de la ribera.
Nunca más mágicos atardeceres,
noches de plenilunio invitando al beso,
ni amaneceres gloriosos,
en este mar de prismáticos colores
que hoy lame en inútil consuelo
mis pies solitarios.

Desde los acantilados,
en clara polifonía con mi penar,
el canto errático de las aves
se hace eco
sobre la crespa superficie de las aguas,
mientras la música que emana del paisaje,
otrora nuestro concierto más preciado,
se transforma en réquiem doloroso
de un amor que se desangró sin remedio.

Mi alma ya no canta,
tu ausencia ahogó sus versos de amor
en el instante en que se alargó
tu figura en la distancia,
cuando tu alma emigró,
cargando sobre sus espaldas una bolsa
de nuevas utopías,
abandonando nuestro mar,
ignorando la suplica del coral,
el lamento de las caracolas,
perdiéndose fatalmente en el ayer.

"Azul intenso,
verde esmeralda
el mar me envuelve entre sus brazos
mi alma calla".

María Magdalena Gabetta
Pintura: "Acantilados" de la Pintora Argentina Mónica Iturrioz

sábado, 6 de octubre de 2007


No te quiero noviembre del 95,
repudio tu recuerdo
de niños y madres aterrados,
de humos espesos
de dantescas visiones.

No te quiero noviembre del 95,
a pesar de que eres parte de mi historia,
la que otros manipularon.

Quita noviembre de mis ojos
la imagen del desastre,
devuélveme la imagen
de esos otros noviembres
de sol y jazmines.

Odio noviembre el recuerdo
de tus vidrios rotos,
tus pianos partidos
tus heridas sangrantes,
la sorpresa que paraliza,
el nunca esperado espanto.

No me recuerdes noviembre
tus bombas y esquirlas,
tus calles y el miedo,
tus siete aves caídas,
tus lutos no deseados.

No quiero ese recuerdo.

Quiero mis noviembres,
aquellos de antes,
de bellas mañanas,
de risas confiadas,
quiero esos noviembres
de blancos jazmines
de azules glicinias
sin lutos ni espantos.

3 y 24 de noviembre, horror en Río Tercero, siete muertos, cientos de heridos, miles de evacuados, casas destruidas, sueños tronchados. Años después, aún se siente el miedo cuando noviembre golpea a nuestras puertas.
Río tercero, mi ciudad amada, porque nunca olvidaré porque nunca olvidaremos

María Magdalena Gabetta


Pintura: "Y calló para siempre" de la Pintora Ríotercerense Raquel Piedrabuena

Dijo la Pintora: "(año 1996-tinta china) El piano de una concertista del Bº Fca. Militar calló su voz para siempre porque el calor de una onda expansiva se metió en su alma y pegó los martillos a las cuerdas acabando brutalmente con su vida ".

miércoles, 3 de octubre de 2007

Mujer de Otoño



Desdoblaré mi cobertura,
separando uno a uno los pétalos
con los que aíslo mi imagen,
y me mostraré ante tus ojos,
radiante flor de otoño.

Me rebautizaré en las aguas
del manantial de tu amor,
y renaceré mujer original,
despojada de máculas.

Seré para ti:
Piel y tersura.
Leche matizada de rosa.
Oscuridades.
Curvas generosas.
Lomas de miel.
Fruta madura para tu deleite.

Seré por ti:
Amante placentera.
Doncella otoñal.
Plenitud y deseo.

Te ofreceré mis ocres,
que no por ocres son menos bellos,
porque tienen la tersura que da la vida
y encenderé por ti
el ardiente fuego que brinda
la postrera hoguera.

Por ti me transformaré,
de flor tardía,
en flor de mocedad,
para que mi aroma
despierte tus sentidos
y la pasión arrebate tu razón.

Seré finalmente, ante tus ojos:
Mujer entre mujeres,
porque me percibirás
con la mirada que la madurez otorga
y gozarás mi acuarela otoñal,
apacible y sensual ofrenda
para este amor tardío..

María Magdalena Gabetta

Pintura: "La Tibieza de un Pensamiento", de la Pintora Argentina, Laura Medina