domingo, 14 de diciembre de 2008

La Herida de La Rosa




Ah juventud....
Hechicera juventud
que susurrabas en mis oídos
palabras prohibidas,
ofreciéndome la revelación de
los arcanos que desconocían la inocencia,
la inocencia no sabe de arcanos
ni conoce de dolor,
sabe de rosas y de pétalos.

Atrás quedó la rosa
y me herí con sus espinas.

Lágrimas azules.
Sangre roja.
La víctima baila su danza de amor
ofreciendo su integridad sin temores,
la integridad no sabe de temores,
cree en la verdad,
la sinceridad defraudada
es una rosa herida .

Aplausos en el circo,
el león triunfa otra vez en la arena
tiñéndola de púrpura.

Agonizaron los sueños
mientras la inocente convertida en sal
se diluyó en el olvido.

A horcajadas del recuerdo
se arremolinan ante mis ojos
aquellos pasados sentimientos
que ayer me impulsaron,
a trepar hacia las cúspides
que el corazón ansiaba
pero la razón no permitía.

Atrás quedaron Sodoma y sus estatuas,
y en el transcurso del camino
se me revelaron los signos,
convirtiendo lo imposible en posible.

La herida de la rosa cicatrizó
renovándose en vida.


María Magdalena Gabetta
Pintura: "Hechizo en Azul" de la Pintora Argentina, Laura Medina

Con este poema participo en el primer Concurso de Poesía de Heptagrama