jueves, 31 de marzo de 2011

Mundo de Plástico





Busco en tus espejos cóncavos
un sabio que me diga la verdad
y sólo encuentro empañados
reflejos de los estúpidos clones
que configuran tu universo paralelo,
dónde las estrellas
son simples bombillas de electricidad
que dependen de la usina
de tus antojos.

Frecuentes cortes de luz.

Encuentro sobre las playas del infortunio,
pingüinos untados en petróleo
pintando mares de plástico,
dónde un delfín de cartón
miente amor eterno a sirenas
con cola de sardina y torsos de soldados,
mientras me hundo en los
negros agujeros de la industrialización
junto a mineros tiznados de desamparo
que escoltan las banderas de la ignominia
con la que el mundo se cubre los ojos
día a día.

Pájaros embusteros
se burlan de mis paraísos perdidos,
los que me prometieron
como falsas golosinas en la infancia,
y se volvieron amargas toxinas
en el paladar de la madurez,
convertidos en infiernos proletarios
dónde se subsiste
como ganado rumbo al matadero
expulsando sangre y sudor por los ijares
en pos de los dioses
del mercadeo y la corrupción.


María Magdalena Gabetta


Pintura: "Si pudiéramos hacer zapping con la realidad" de la pintora argentina Lidia Susana Kalibatas

Amoroso vacío






Calla mi voz, pierde su fuerza,
asfixiada por el eco inclemente del silencio,
y amorosas mis entrañas se revuelcan
en busca de sus propios ríos internos,
para sólo encontrar cadáveres de amores
que nunca se hicieron carne de mi carne.

Giran enloquecidos mis deseos,
atrapados sin salida,
en el fascinante nudo de huracán
que me atormenta.

En mi búsqueda.....
me convierto en hambrienta cavernícola,
intentando alimentarme de mi propia sangre,
que sólo deja en mi boca el gusto amargo,
de los amores perdidos.

Y en el intento de sobrevivir,
se hacen largos mis brazos,
enredaderas sinuosas,
que pretenden atrapar los sueños,
que le insuflen vida.

Intento volver una y otra vez,
a mi propio origen,
allí….
donde se conjugaron los astros,
marcando mi destino,
y parirme en signos propicios,
que me permitan encarcelar el amor,
que escapa como agua entre mis dedos.

Dejar en el camino,
pesadas y dolorosas lágrimas de llanto indeseado,
engatusar al amor,
mi eterno contrincante,
para dar al fin,
cauce profundo y sostenido
entre mis vacías costillas,
a ese manantial que me colme de amor
y aleje la muerte alojada tras mis pupilas.

María Magdalena Gabetta


Pintura: "Huecos de amor" de la pintora argentina, Marta Álvarez

Luces y sombras de la vida





Fueron dos los caminos,
o tres, o cuatro,
más no recuerdo la cuadratura
de la calle que elegí
para fundirme con mi sombra.


Agudas piedras, intricados laberintos,
llevaron mis pasos de traspiés en traspiés,
dejando sanguinolentos mensajes
en el sendero,
arena roja que disgregó el viento.


Pasajera de sombras no reí ni jugué,
esos juegos de hipocresía cortesana
en ferias putrefactas de orgullo;
ni bailé en patios orlados de mentiras,
que ocultan sólo el cinismo que mueve
a una multitud indiferente.


Pero aún sigo…
entre luces y sombras
de las que anunciara la memoria, tu memoria,
mi memoria,
inyectando su veneno/placebo en mis arterias,
exponiendo al desnudo mis defectos/virtudes,
recortada figura de papel,
con bordes desiguales.


Pero...
tan intensos.


Te burlaste vida...
de la dorada fantasía de mi infancia
al arlequín de lo absurdo y lo malsano,
impiadosa hetaira que vendiste
tus ideales/mis ideales,
tus horas, mis horas,
a ese jugador libidinoso
que se llama Tiempo.


Y mírame...
rota, desdibujada,
adherida a la sombra de mi sombra
y sin embargo única,
indomable y pletórica de esa
inquietud/vida interior
que no pudiste abatir,
y resignada tú, resignada yo,
continué entre luces y sombras,
mi ascenso hacia la libertad,
que me ofrece el infinito,
al que no puedes doblegar,
a tus antojos...


María Magdalena Gabetta

Pintura: "Post tenebras lux" ("Después de las tinieblas, la luz") de la pintora argentina, Mercedes Fariña