domingo, 5 de agosto de 2007

De Alondras y Piedras


Aletea el alma,
plumaje de piedra que suaviza el viento,
alondras huérfanas me sueñan nido
y se arremolinan en mi interior,
hasta que un batir de alas contra
los cristales de mis fantasías,
repica en mil ecos y las espanta,
entonces se remontan agitadas,
abandonándome.

Figuras de sal y arena
se erigen con sus ojos de cíclopes
que horadan sombras.
Fantasmas que transitan el desierto.
Contra la roca, yo me afirmo, penetro en ella,
mientras la alondra se aleja temerosa.
Cara al sol, corazón de fuego,
garras de viento.

Mi figura se mantiene adherida a la roca,
dolorosa partícula de ella
enfrentando sólida y áspera
fingidos espejismos fugaces
que se disuelven en la arena.

Entre alondras y rocas
se deslizan mis muertes.
Entre aleteos de espectros
y malos vientos.

Cuando la alondra que me sueña
me roce con su pico,
me desprenderé de la roca
retornando a la vida,
alejándome del desierto
sin volver la vista atrás.

María Magdalena Gabetta


Pintura: "Desierto", de la pintora Argentina Mónica Iturrioz

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ante todo, María Magdalena gracias por el comentario que me dejaste en Añil y Cal, más aún después de ver tu talla artística. He ido empapándame de tus poemas y de las hermosas imágenes que los acompañan, así como la música que me lleva y rasca mi sensualidad. Sin embargo me ha impresionado especialmente los poemas que titulas Madre Tierra y Noches Esplendorosas.
Gozo de esta gran belleza que destila la página.
Un saludo y un abrazo

Croma dijo...

Tu alma tiene alas y le pone alas a quienes te leemos y admiramos la maravilla que has hecho en este espacio, conjugando de manera precisa lo visual, lo estético, lo literario, lo real y lo mágico. Gracias por preciarme con tu cariño, Magda. Esto que digo no tiene que ver sólo con quererte, sino con que, además de hacer maravillas con un abecedario, encuentras maravilla en la vida y la trasladas a quienes te conocemos. Sos un solete! como dice Nuria.

"Escribe tu visita en las estaciones. Escribe tu beso en el pan y el vino. Escribe en la sorpresa.
Escribe.
Escribe en el fuego y el laurel: tu deseo, tu espectro, tus sueños.
(...)

Escribe tu ilusión, tu paso, en las referencias y las ventanas.
No eres la primavera que viene cada primavera. Entra y escribe.
Escribe las palabras del mar y de la tierra. Escribe el entusiasmo y el cansancio, la perdiz y la piedra. La dulzura y la fuerza. Escribe el actor y el mártir. La cama y la conciencia. Entrégate a tu mano, deja que tu mano se derrame sobre las fuentes.

Mueres, hombre.
¡Escribe! ¡Escribe! ¡Escribe! Tu disgusto en la nieve, tu ira en el cobre, tu afecto en el sol. Escribe tu amor en todos los ojos.
Que la cerilla sea una palabra en la sombra, el abrigo una palabra en la escarcha, la brisa una palabra en el calor, y una palabra sean la distancia y el encuentro, la boca y el río.
Que los hombres después de ti duerman con la palabra.
Que las mujeres después de ti duerman con la palabra.

Y que la palabra sea tú después de ti."

("En la escarcha el abrigo es una palabra" - Unsi-Al-Haye)

maría magdalena gabetta dijo...

Marisa, me alegra el alma que te guste este rincón que es mi casa y dónde siempre espero a mis amigos y dónde desde hoy tienes un lugar en mi mesa.

Crom, Adri, Tesoro,amiga. Me emocionas con este mensaje, con este poema. Quien diga que por internet no se conocen personas buenas y maravillosas, está equivocado, para mí son tan reales como las que transitan en carne y hueso cada día a mi lado. Nos conocemos con el corazón y nos entendemos con las letras, la música, la pintura y todo lo que da alegría al alma.

Gracias a ambas. Magda