lunes, 13 de abril de 2009

Pedro "Patitas Flacas"


Para todos los niños que son explotados

En este mundo carcomido e indiferente.
En este mundo hipócrita y perverso,
dónde el rico es cada día más rico,
dónde el pobre es cada día más pobre
En este mundo, Pedro “Patitas Flacas”
el pequeño cosechero,
no conoce escuelas, caricias,
ni esperanzas.

Es un ave agonizando en su nido
Es un ángel de alas cansadas
Es un niño sin juegos ni infancia
Es un alma pura maltratada,
en los campos de gran abundancia.

Es un niño de duras jornadas,
con el hambre doliendo en la panza,
con las manos callosas y gastadas.

Pobre Pedro “Patitas Flacas”
pequeño recolector de ajos,
que nunca tomó un helado
ni correteó en una plaza.

Pobre Pedro el mundo te ignora y desconoce,
pobre niño que abortaste tu inocencia,
cuando la vara del patrón golpeó tu espalda,
por una mísera paga.

Pobre ángel de alas cansadas.
Pobre Pedro,
patitas flacas....
llanto de hambre....
manos cuarteadas.

¡Apura niño!
¡No bebas agua!
¡Apura niño!
¡No te alimentes!
Apura que el patrón debe llenar sus arcas,
mientras el mundo mira hacia otro lado,
indiferente.

¡Apura niño!
¡Junta más ajos!
Que unas monedas llevarás a casa,
¡No llores Pedro!
¡No viertas lágrimas!
Naciste pobre y para el mundo,
no vales nada.
María Magdalena Gabetta


Pintura: "Dignos de Trabajo", de la Pintora Argentina Graciela Cambursano (a la espera de la aprobación de la artista)

7 comentarios:

Claudieta dijo...

¿Qué podría yo añadir?
Es una de las grandes vergüenzas de la humanidad.....vergüenza creo que es la palabra de lo que sentimos.
No lo consintamos, un granito de arena de cada uno haría una montaña.....
Un beso

Iñaki Etxebarria dijo...

Hermosísimo texto, hermosísimo grabado. Mis más sinceras felicitaciones por tu sentido del compromiso.
Un abrazo solidario para tu texto.
Un beso mágico para ti.

Marisol Cragg de Mark dijo...

Triste realidad de tantos millones de seres pequeños :-(
Te leí con gusto. Recibe un cordial saludo desde Berlín.

Abelardo Martínez dijo...

Un mal que azota la humanidad desde tiempos inmemoriales, que está ahí, que convive con nosotros y que los países ricos del mundo miran hacia otra parte... No son nuestros hijos... no son nuestros nietos ni nuestros sobrinos...Un mal abonado muchas veces por el capital, por las grandes multinacionales y que nosotros directa o indirectamente consentimos y alimentamos portando zapatillas deportivas de prestigiosas marcas, etc.
Nosotros poco podemos hacer, pero la poesía mucho; la poesía siempre tiene la última palabra, siempre vaya que si la tiene. Gracias Magdalena.

Anónimo dijo...

Lo siento mucho, siento que los inocentes paguen las culpas que no merecen, maravillosa poesía, hoy entré por primera vez y este poema me llegó al alma

El jardinero de las nubes dijo...

Puestos a impactar, querida Magdalena, vos no te quedás atrás.

Un poema que hace rechinar los dientes ante la mayor injusticia que se le puede perpetrar a un ser humano: el robo de la infancia.

Sabes que me son admirables tus diferentes registros literarios.

Un cordial abrazo.

Juan Carrizo dijo...

El pan de cada día, éllos lo tienen dia por medio,el beso de una madre al despertar ellos lo tienen de un rayo de sol,la luna los acaricia y se arrodilla con ellos en un rezo,despues se duermen con frazadas de cartones en plaza congreso