jueves, 24 de septiembre de 2009

Noche de Tangos y Charcos


Reflejos de la luna
sobre los charcos,
duerme Buenos Aires
acunada en tangos.

Tango sensual y palpitante,
que se apodera de la noche
filtrándose en los conventillos,
arma letal que atraviesa
el pecho de los solitarios.

Las calles empedradas
se tornan brillantes
un guapo en la esquina
fuma somnoliento.

Noche de burdeles.
Noche de amantes.
La luna se eleva
sobre Buenos Aires,
se baja del cielo,
se esconde traviesa
en aceitosos charcos,
o flota en los aljibes
de los viejos patios.

Por las calles repiquetea
el sensual sonido de unos tacos altos.
La luna se multiplica,
en miles de charcos.

En la esquina el guapo
tira la colilla,
acomoda el funyi
un tanto ladeado,
se acerca la turra,
invita al malevo,
se enciende el deseo,
se acuerdan los precios

Reflejos de luna.
Aroma de barrio.
Palpita Buenos Aires
de guapos y putas
su noche de tango.

María Magdalena

Pintura: “Tango Argentino” de la pintora Argentina, Malena Curchi

5 comentarios:

Lisandro dijo...

Baile en estas letras y senti la melodia del tango a flor de piel... me encantó... un abrazo enorme!!!

Davinia dijo...

como siempre que te leo, Magda,
me has hecho sentirme una paseante nocturna de Buenos Aires, contemplando esas escenas mágicas, y similares a las de otras grandes ciudades, que al cobijo de la luna, se repiten una y otra noche, en estrechas calles, en esquinas y portales...

Sigue deleitándonos con tus obras, sabes que siempre es un placer leerte. Muchos besos.

Juan Carrizo dijo...

Una descripción auténtica de mi Buenos Aires querida en horas nocturna,tu arte poético lo pintó con una pluma de rasgos fuerte (me gustó)

Ursula dijo...

Magda...

cómo me fascinan tus tangueros amiga querida!!!

precioso! melodía y lenguaje... sinfonía de dos por cuatro!!

precioso!!

beso!

Jose Joel Rios dijo...

Mis saludos estimada Magdalena, me encanta escuchar tangos y me quedo aquí por un momento para comentarte y escucharte. Porqué comunicas ese tono, en el buen sentir de la música, tu sabes. Felicidades María Magdalena, un abrazo cordial.