Asomo mi cuerpo todas las mañanas
y me deslizo hacia la jungla.
Calles intrincadas.
Esquinas sin cuadrantes.
Semáforos en rojo.
En esta espesura de cemento me desplazo
convertida en leona,
entre smog de colectivos
y trenes atrasados
por huelgas proletarias.
Salgo a las calles
sin saber a ciencia cierta
en qué momento me enfrentaré al peligro.
Lobos uniformados,
Niños armados.
Ladrones de etiqueta.
Conductores trasnochados.
Siempre en alerta,
midiendo al adversario.
Oficinas cuadradas.
Jefes malhumorados.
Ascensores que no funcionan.,
A veces una escalera mecánica
que me traga el borde del taco.
Desde los pisos numerados
la tranquilidad de la pradera
se vislumbra lejana.
Me sorprende en ese frío de hospital
el picotear de un pájaro a su propia imagen
reflejada en los cristales,
y una rosa casi marchita en un vaso,
regalo de un compañero de oficina
que se recordó mi cumpleaños.
En esta jungla de cemento,
enfrentada a potenciales adversarios,
acosada por horarios de oficina,
desangrada por tarifas en alza,
olfateando comedores baratos,
sobrevivo convertida en leona,
instinto, energía y garra.
María Magdalena Gabetta
y me deslizo hacia la jungla.
Calles intrincadas.
Esquinas sin cuadrantes.
Semáforos en rojo.
En esta espesura de cemento me desplazo
convertida en leona,
entre smog de colectivos
y trenes atrasados
por huelgas proletarias.
Salgo a las calles
sin saber a ciencia cierta
en qué momento me enfrentaré al peligro.
Lobos uniformados,
Niños armados.
Ladrones de etiqueta.
Conductores trasnochados.
Siempre en alerta,
midiendo al adversario.
Oficinas cuadradas.
Jefes malhumorados.
Ascensores que no funcionan.,
A veces una escalera mecánica
que me traga el borde del taco.
Desde los pisos numerados
la tranquilidad de la pradera
se vislumbra lejana.
Me sorprende en ese frío de hospital
el picotear de un pájaro a su propia imagen
reflejada en los cristales,
y una rosa casi marchita en un vaso,
regalo de un compañero de oficina
que se recordó mi cumpleaños.
En esta jungla de cemento,
enfrentada a potenciales adversarios,
acosada por horarios de oficina,
desangrada por tarifas en alza,
olfateando comedores baratos,
sobrevivo convertida en leona,
instinto, energía y garra.
María Magdalena Gabetta
Pintura: "¿Dónde estará la parada del '60?", del Pintor Argentino
Ricardo Carpani
4 comentarios:
Bienvenida a la blog-esfera amiga.
Un gusto paser por tus textos y gracias infinitas por el enlace que tan generosamente me has regalado.
Abrazos poemmesianos y éxito.
Nat
Amiga mía...que gusto me da que tengas tu espacio acá, somos varios los qu eestamos por estos lados.
Lindas tus palabras de bienvenidas y tu cariño amoroso que abraza y acuna el alma.
Besos.
Vero
ke jungla, realidades latentes me enkanto...
saludos
¡Felicitaciones!La distancia y el tiempo encuentran su oportuna cita en nuestras almas a través de los blogs. Yo en el desierto y el mar; y vos en la jungla, pero amigas en las letras.
¡Gracias por el enlace!
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