"Yo necesito a mi ángel
y mi ángel me necesita,
no soy sin él y él no es sin mí.
vivimos uno y otro para pertenecernos,
mi ángel y yo”
Veo su figura recostada
a los pies de mi cama,
levemente inclinada.
La cabellera casi blanca.
La mirada perdida en el espacio.
Mi ángel medita,
piensa en su vida de ángel,
en sus sueños de ángel,
en su mandato divino,
y yo,
lo observo.
Él apenas me mira,
pero sé que sabe que lo veo.
Sus alas se ven plegadas
pero su corazón vuela
y mi corazón,
polizón de ángeles,
vuela con él.
Un rayo lo ilumina
Permanentemente,
percibo el palpitar de sus pestañas
la emoción que el rictus de su boca marca
cuando la música lo atraviesa.
Música de músicas.
Coros de coros,
Sinfonía angelical que lo rodea.
Mi ángel me cuida,
duerme a los pies de mi cama,
alas plegadas,
corazón de dulzuras.
Mi ángel de su enfermedad de amor,
me contagia.
Él me da ese calor que la humanidad
me niega.
Mi ángel me necesita para existir,
y yo,
lo necesito de igual manera.
María Magdalena Gabetta
Pintura: "El Amparo del Ángel" de la Pintora Argentina, Delia Goldadler Joison
1 comentario:
Y tu ángel es tan dulce que no se queja siquiera ante la aparente indiferencia o ignorancia de los mortales, simplemente espera...
MujerDiosa
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