Cuando vuelvo atrás...
- insensata víctima de mis desvaríos-
trepada en esta rueca de vida y muerte,
que me lleva incorpórea y sufriente
a recorrer de nuevo los tiempos fenecidos,
aún lloro la huída de los ángeles,
que apartaron mi figura de sus ojos.
Cuando regreso a mi pasado…
a esos momentos en que se escindió mi cuerpo,
y se perdió mi alma,
aún siento los cuchillos del dolor
atravesando mis entrañas,
el mismo ruido seco de la carne
al desgarrarse,
y el mismo olor acre
de la sangre derramada,
por su propio y suicida deseo.
Hoy como ayer
tu ausencia es una constante
y las sombras me abrazan
con sus brazos de muerte,
reconociendo mi orfandad de luz.
Entonces me pregunto,
¿dónde estabas
cuando enmudecieron las horas?
¿dónde estabas cuando por un resquicio
sanguinolento se extraviaron mi sueños?
¿Dónde estabas,
el día que los ángeles huyeron
negándome su consuelo?
Hoy como ayer,
se hace estigma tu abandono en mis llagas,
infligiéndome la penitencia
del retorno irremediable al dolor.
María Magdalena Gabetta
trepada en esta rueca de vida y muerte,
que me lleva incorpórea y sufriente
a recorrer de nuevo los tiempos fenecidos,
aún lloro la huída de los ángeles,
que apartaron mi figura de sus ojos.
Cuando regreso a mi pasado…
a esos momentos en que se escindió mi cuerpo,
y se perdió mi alma,
aún siento los cuchillos del dolor
atravesando mis entrañas,
el mismo ruido seco de la carne
al desgarrarse,
y el mismo olor acre
de la sangre derramada,
por su propio y suicida deseo.
Hoy como ayer
tu ausencia es una constante
y las sombras me abrazan
con sus brazos de muerte,
reconociendo mi orfandad de luz.
Entonces me pregunto,
¿dónde estabas
cuando enmudecieron las horas?
¿dónde estabas cuando por un resquicio
sanguinolento se extraviaron mi sueños?
¿Dónde estabas,
el día que los ángeles huyeron
negándome su consuelo?
Hoy como ayer,
se hace estigma tu abandono en mis llagas,
infligiéndome la penitencia
del retorno irremediable al dolor.
María Magdalena Gabetta
Pintura: "Recuerdos" de la serie "Mujer con Tubos" del Pintor Ecuatoriano, Julio Peña Tomalá
4 comentarios:
bellísimo como todo lo que leo en REMES Magda!!!!abrazos.
No hay abandono ni llaga que el tiempo no cure Magda. O acaso la llegada de otro ángel, impensado y sanador.
Besos para vos
Rodolfo
Hola! Yo de nuevo. Te comente en la pagina de los cuentos. Muy bonito tu blog. Adoro la poesia. Te he agregado a mis blogs favoritos. Date una vuelta por el mio.
Hola!Hermosa esa poesia que escribes. Sedante para mi angustia. Música para mi corazón.
Desde el sur de España, ánimo para qe continues escribiendo. Descubrí tu blog a través de algún otro enlace. Es muy vistoso. me ha gustado mucho la pintura de Julio Peña Tomalá.
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