sábado, 20 de febrero de 2010

Camposanto de Amor




Vuelvo a recorrer esa calle gris,
Camposanto de amores fallidos
en que dejé sepultado mi pasado.
Mientras me envuelve el llamado engañoso
de voces traspasando la agusanada tierra,
envolviéndome el alma de nostalgias
de sueños compartidos.


Esquivo negros buitres y sobre una tumba,
con luces de neón,
impensado tu nombre me arrebata la razón.
Se licua mi sangre y mi corazón se agita
ante el recuerdo de besos palpitantes,
cuerpos cubiertos con la fina pátina del deseo,
manos y ojos avariciosos,
sexos ardiendo.


Entonces pienso que fácil sería
descorrer ese frío mármol que te aprisiona,
y cual Lázaro amante regresarte a la vida.
Pero ese buitre que me mira codiciando
las lágrimas sangrientas que mi corazón derrama,
me susurra que el recuerdo trae engaños,
porque en el tiempo se desdibujan los errores,
que es conveniente dejarlos sepultados.


Desoigo entonces tu llamado,
sello mis labios para no suplicar tu regreso,
cierro mis oídos y apago el incipiente fuego,
mientras con el alma hecha trizas entre las manos,
me pierdo en mi helado infierno.


María Magdalena Gabetta


Pintura: "Deskarmada" de la pintora argentina "Marta Álvarez
"

lunes, 1 de febrero de 2010

Saga de Golondrinas



No te rindas, atrévete a volar,
deja tu estela indeleble
sobre el firmamento,
homenajea a tus congéneres abatidos
por la ignominia.
Reconquista horizontes.
Tú que ciega naciste,
descubre la luz,
esa luz que templa en acero
la mente y el alma.

Inaugura tu viaje magistral
sobre este mundo sin esperanzas,
postrer ejemplar de tu especie,
vuela sobre los descarnados despojos
de una idealidad crucificada.

Despliega tus relucientes alas
uniendo tu errar al de otras aves,
alíate al cóndor y al gorrión,
valientes ocupantes de cumbres y balcones,
resistentes sobrevivientes
a la iniquidad humana,
que todo lo destruye
en pos de ídolos profanos.

Dibújame con el negro brillante de tus plumas
o el blanco níveo de tu pecho,
un futuro de retorno a la esperanza
un recuerdo de mártires anónimos
surcando los cielos de mi patria.

Vuela alto, rompe cadenas,
libre y emblemática,
última golondrina de tu saga
de utópicos incurables,
o muere en libertad,
abrazada al sol,
que en el horizonte,
en rojas lágrimas de impotencia
se desangra.



María Magdalena Gabetta



Pintura: "Golondrinas" de la pintora uruguaya, María Noel