Imaginaba verlo llegar en bicicleta hasta el bar y sentarse desmañado en una mesa frente a la ventana.Continuando con mi fantasía, lo veía pasar largas horas mirando tras los empañados vidrios hasta que, con ese impulso que solamente las musas otorgan, escribía como un poseso sobre un viejo cuaderno o ajadas servilletas de papel. Luego, su mirada volvía a perderse tras la ventana, buscando historias. Recién en ese momento sacaba un arrugado paquete de Gauloises y se fumaba un par de cigarrillos, saboreándolos con fruición A la medianoche, su larga y flaca figura parecía despertar, juntaba sus papeles y llamando al mozo pagaba por los dos o tres cafés consumidos, salía del bar y montando en su bicicleta, se alejaba por las calles empedradas.Mi mente febril lo perseguía hasta verlo encontrarse con la Maga en alguna esquina o conversando animadamente con Oliveira, antes de pasar en limpio sus borradores de Rayuela.
María Magdalena Gabetta
Pintura: "Cortázar" del Pintor Argentino Ariel Gulluni
4 comentarios:
Oye muy bueno esto basado en "Rayuela". Y muy bien ambientado con, incluso, la foto elegida.
Me has hecho recordar el Café Gijón, en Madrid. Un café en el que cuando yo era muy, muy joven se reunían escritores a charlar. Yo pasaba allí muchas tardes, embelesada, teniéndoles ya envidia sin saberlo.
Gracias por traer el recuerdo
Magda
Me encantó esta historia. El cuadro es muy bonito y pienso que no pudo ser mejor inspiración para ti, pues el resultado es excelente.
Se palpa la emoción y admiración por ese escritor.
Felicidades, amiga.
Neli.
Que placer para el sensorio tu trabajo. Un gran abrazo. Gracias. Lili
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